Un vestuario en números rojos

Un vestuario en números rojos

contra¿Cómo distinguirse del común de los mortales? Vistiendo de rojo, por supuesto. Presente desde el principio de los tiempos (se han encontrado obras realizadas con tierra ocre roja desde el Paleolítico), este rico matiz de símbolos es tan apreciado como criticado. Demasiado llamativo para algunos, que lo asocian con la imagen del diablo y la violencia, para otros es sinónimo de poder. No en vano los emperadores chinos veían como el color de la prosperidad el hecho de que los cardenales llevaran la sotana roja –una referencia a la sangre de Cristo– para establecer mejor su autoridad.

En cualquier caso, el rojo es históricamente el color del lujo. En el siglo 16mi siglo, sólo puede elaborarse a partir de cochinilla, un pequeño insecto mexicano desenterrado por los conquistadores, que hicieron un bien tan precioso como el oro. Y sólo se aplica a las fibras más nobles, entre ellas la seda, entonces reservada a la alta sociedad.

Prueba de ello son las princesas y vírgenes sajonas capturadas por el pintor alemán Lucas Cranach el Viejo (1472-1553), a quien le encantaba envolver a sus modelos en las más hermosas telas escarlatas. Luis XIV prefería llevar carmín en los pies. Bajo su reinado, el tacón rojo se había convertido en un signo de distinción social, como lo sería años más tarde la famosa suela del diseñador de zapatos Christian Louboutin, lanzada en 1991.

De Judy Garland a Lady Gaga

Ambos, el accesorio y el color, ya antes se combinaban de forma espectacular en Las zapatillas rojas (1948), clásico de Emeric Pressburger y Michael Powell, o en El mago deONZ (1939) de Víctor Fleming. Este último cuenta las aventuras de una joven Judy Garland, con zapatos de tacón de color escarlata brillante y diamantes de imitación en los pies. Según el hada buena que medita sobre la heroína, sólo pueden ser usados ​​por una persona con un corazón puro. Conceden deseos y te permiten teletransportarte a largas distancias a través de la tierra de Oz.

El destino de estos zapatos es tan sobrenatural como sus poderes, ya que, entre los cinco pares creados por el diseñador de vestuario Adrian, uno fue robado -antes de resurgir en 2018- y otro fue encontrado milagrosamente en el fondo de un suelo polvoriento y un tercero. Ganado durante un concurso de fotografía en la década de 1940. Los dos últimos son propiedades respectivamente del Museo Smithsonian y… Lady Gaga.

Por último, es imposible hablar del rojo en la moda sin mencionar al italiano Valentino Garavani, quien lo convirtió en su color favorito. Y esto desde sus inicios, en 1959, cuando presentó un reluciente vestido de cóctel llamado Fiesta, confeccionado en tul y adornado con largos guantes de ópera y zapatos de tacón, también carmesí. Si la casa explora ahora, bajo la dirección estilística de Pierpaolo Piccioli, otros repertorios cromáticos (rosa, azul y, más recientemente, negro), el carmín sigue estando de moda esta temporada. Y está disponible en todos los soportes, desde pendientes hasta zapatos, sin olvidar, por supuesto, los bolsos.

Abrigo con pedrería y bailarinas, Le Attico, 890 €.  Bolso Baby 5AC, de viscosa y seda bordado con cristales, Maison Margiela, 1.350 €.  Pegajoso, Falke.
Pendientes de cuentas de cristal y latón, Alaïa, 850 €.
Bolso Samba con flecos, en piel Napa, Bottega Veneta, precio a consultar.  Pendiente de oro blanco, pavé de rubí y diamante, Repossi, precio a consultar.  Sandalias de piel y tul, Jil Sander de Lucie y Luke Meier, 790 euros.
Gafas antifaz de nailon y acero, Maison Margiela × Gentlewoman, 515 €.  Guantes de lana y bolso Peekaboo Selleria, de piel, Fendi, 250 € y 3.600 €.  Medias Calzedonia, 6,95 €.  Salón de piel y malla, Givenchy, 895 €.  Jersey y falda, Dior.
Mocasines Weejuns Whitney, en piel repujada, GH Bass, 235 €.  Camisa, Tatras.  Medias falsas.
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