Rusia contrata sexólogos para “curar” la homosexualidad y defender “los estilos de vida tradicionales”

Rusia contrata sexólogos para “curar” la homosexualidad y defender “los estilos de vida tradicionales”

Las clínicas médicas de Rusia tendrán desde ahora en su equipo médico a sexólogos que “ayudan” a algunos pacientes a “revertir su homosexulidad” y “otros problemas mentales” de carácter sexual, según lo defendido por el ministro de Sanidad del país. Pretenden así plantarle cara a lo que tachan de “estilos de vida no tradicionales”.

Esta nueva ley, que entrará en vigor el próximo 1 de julio, llega en plena campaña de ataques del Gobierno ruso a las personas homosexuales y transexualesdespués de que Vladímir Putin criticara la “década moral de Occidente”, desde la cual “Rusia debe ser protegida”.

Según el periódico oficial del país, “la ayuda de estos especialistas es necesaria si una persona quiere curarse de la frigidez, la impotencia, los fetichismos, el masoquismo y el sadismo“.

Con esta nueva normativa, firmada por Putin, esos médicos podrán “ayudar” -según el Gobierno- a los pacientes a tratar clínicamente “preferencias no comunes como autoerotismo, homosexualidad o bestialidad“.

Detenciones de activistas, multas y represión

La Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de la lista de internamientos mentales en 1990, y Rusia hizo lo mismo en 1999. llama “propaganda LGBT”, prohibiendo así cuando “expresión pública” de la homosexualidad o transexualidad.

Las autoridades del país ya han utilizado esta y otras leyes para no permitir manifestaciones durante el Orgullo o para detener a un activista a favor de los derechos de estas personas.

Este tipo de normativas han provocado que, por ejemplo, esta semana el director del grupo de apoyo para personas homosexuales y transexuales ‘Vykhod’ fue multado por un tribunal regional con 150.000 rublos rusos (equivalente a 1.577 euros), por identificarse en redes sociales como un “agente extranjero”.

También multó un servicio de cine en Internet con 3,7 millones de rublos (38.918 euros) por no advertir de que algunas de las películas qu’emitían tenían “contenido homosexual”. Este mismo mes, el Parlamento ruso sucedió que se prohibieron las operaciones de cambio de sexo en el país.