El entorno para el sector tecnológico en México está siendo impactado por las recientes políticas económicas implementadas por el gobierno estadounidense. Los aranceles de hasta un 25% sobre productos esenciales del sector tecnológico mexicano, como semiconductores, dispositivos de procesamiento de datos y teléfonos celulares, han provocado una reacción prudente entre los actores principales de esta industria. Aunque es un pilar fundamental para las exportaciones, con productos tecnológicos que ocuparon el segundo lugar entre los bienes mayormente exportados a Estados Unidos en 2024, la industria mexicana enfrenta ahora una incertidumbre considerable debido a esta nueva normativa.
Las compañías tecnológicas en México, que envían una gran variedad de productos a Estados Unidos, están adoptando estrategias para reducir el efecto de estas tarifas. Los semiconductores, que son cruciales tanto para la electrónica de consumo como para una diversidad de industrias de alta tecnología, se encuentran entre las exportaciones más destacadas. Según datos actuales, una proporción importante de las exportaciones mexicanas al mercado estadounidense corresponde a productos electrónicos, siendo la industria tecnológica un componente relevante de dichos envíos.
Las empresas tecnológicas mexicanas, que exportan una amplia gama de productos a los Estados Unidos, están tomando medidas para mitigar el impacto de estos aranceles. Entre las exportaciones más relevantes se encuentran los semiconductores, que son fundamentales tanto para la electrónica de consumo como para una variedad de industrias de alta tecnología. De acuerdo con datos recientes, una parte importante de las exportaciones de México al mercado estadounidense se dedica a productos electrónicos, con la industria tecnológica representando una porción significativa de esos envíos.
Las respuestas del sector a esta nueva situación económica han sido rápidas. La Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de la Información (AMITI) ha manifestado su desaprobación respecto a las medidas y está intensificando sus diálogos con sus homólogos estadounidenses para encontrar soluciones que mitiguen los efectos negativos de estos aranceles. Sofía Pérez Gasqué, presidenta de AMITI, ha subrayado la inquietud por el impacto que los aranceles podrían tener no solo en los productos fabricados en México, sino también en aquellos que dependen de componentes importados de otros países, en particular de Asia.
Por otro lado, la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti) ha indicado que está a la espera de las medidas que adopte el gobierno mexicano en respuesta a las políticas de Estados Unidos. Esta cámara está preparada para trabajar junto con las autoridades para aliviar los efectos de los aranceles y asegurar que la industria tecnológica continúe siendo competitiva a nivel global.
El gobierno de México, consciente del considerable efecto que los aranceles podrían generar en la economía y la industria tecnológica, ha convocado a una reunión pública para el 9 de marzo, donde se darán a conocer medidas tanto arancelarias como no arancelarias en respuesta a las acciones de Estados Unidos. La presidenta del país ha afirmado que las decisiones se tomarán con el objetivo de defender los intereses nacionales, procurando minimizar los impactos adversos en sectores esenciales como el tecnológico, automotriz y agrícola.
Este panorama destaca los desafíos que la industria TIC en México enfrentará en 2025. Aunque la economía mexicana ha demostrado su capacidad de recuperación ante distintas crisis, la combinación de los recortes en el gasto público y los nuevos aranceles podría resultar en un crecimiento más lento en el sector tecnológico. Las estimaciones indican un aumento del 5.4% en el presupuesto para tecnología, pero si los aranceles persisten, este ritmo podría caer hasta un 2.7%, representando el crecimiento más bajo desde 2020.
Este escenario pone en evidencia los retos que enfrenta la industria TIC mexicana en 2025. Si bien la economía mexicana ha mostrado resiliencia ante diversas crisis, el impacto combinado de los recortes en el presupuesto público y los nuevos aranceles podría llevar a un crecimiento económico más lento en el sector tecnológico. Las proyecciones apuntan a un crecimiento del 5.4% en el presupuesto destinado a la tecnología, pero si los aranceles se mantienen, este ritmo podría reducirse a solo un 2.7%, lo que marcaría el crecimiento más bajo desde 2020.
La industria mexicana tendrá que adaptarse rápidamente a esta nueva realidad económica, y la respuesta del gobierno en los próximos meses será crucial para determinar si el sector puede seguir expandiéndose de manera sostenible. La interacción entre los actores gubernamentales y las industrias será determinante para afrontar los desafíos impuestos por las políticas comerciales internacionales y garantizar que la innovación y el desarrollo tecnológico continúen siendo una de las principales fortalezas de la economía mexicana.