Nariz de la casa Hermès desde 2016, Christine Nagel es un gran nombre en el mundo de la perfumería. Ella constantemente está inventando perfumes. recientemente, Paddock, Oud Alezan y H24 Herbes vives. Y hay una frase que está acostumbrada a escuchar: “Mi perfume ya no envía como antes. » La denuncia puede resultar sorprendente. La botella no ha cambiado, ni tampoco el nombre. ¿Pero el contenido? Bueno, sí. Con el tiempo, el olor de los perfumes, incluso los más famosos, evoluciona. Esto no es una ilusión, ni el efecto de un trastorno del olfato heredado del Covid-19, ni mucho menos una reacción química. La fragancia cambia porque las marcas modifican la receta sin avisar a la gente. Y quienes los presagian lo saben perfectamente. “El olfato de una clienta que lleva veinte años usando Bel Ami es más agudo que el mío cuando se trata de este eau de toilette” especifica el director de creación y patrimonio olfativo de Hermès Parfums.
Pero ¿por qué modificar un perfume? ¿Por qué transformar un olor que ha sobrevivido a los años, ha calado en la imaginación, en los recuerdos íntimos? Sencillamente porque no hay elección. De hecho, algunos elementos son tóxicos. Es el caso de Lilial, una molécula tomada por sus notas florales que evocan el lirio de los valles, sospechosa de alterar el sistema endocrino y, por tanto, prohibida desde el año 1.oh Marzo de 2022. Lilial, afortunadamente, ha encontrado un fiel sustituto con Nympheal, una molécula biodegradable que requirió nada menos que cuatro años de investigación en los laboratorios del fabricante suizo de perfumes y aromas Givaudan. El competidor alemán Symrise también ha hecho uso de su ingenio para desarrollar Lilybelle, una molécula derivada de la química verde que evoca también el delicado aroma de la pequeña campanilla blanca.
“La modificación periódica de la composición de un perfume es principalmente para proteger al consumidor, no para ahorrar dinero sustituyendo materiales preciosos por moléculas sintéticas baratas, como algunos parecen creer”, explica Thierry Audibert, miembro del consejo de administración de la Sociedad Internacional de Perfumistas-Creadores (SIPC). Este principio de precaución es promovido por la Asociación Internacional del Perfume (IFRA), una organización autorreguladora de los actores del perfume que publica cada año una lista de ingredientes cuyo uso está prohibido o restringido debido a su supuesta autorización. La Comisión Europea se inspira en esto para decidir sobre la clasificación de las sustancias alergénicas.
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