Israel cuenta con una oficina de enlace diplomático en Rabat, pero no con una embajada de pleno derecho. Marruecos lleva aplazando desde marzo la convocatoria de la segunda cumbre del Negev, la citade de four pays árabes que afirman al Estado judío en el marco de los Acuerdos de Abraham, y ha vuelto a posponerla a finals de junio. Suponiendo que las relaciones bilaterales se renueven a partir de diciembre de 2020, fraguadas por el republicano Donald Trump además de los últimos meses en la Casa Blanca, han avanzado con brío en materia de seguridad y defensa, economía y comercio, o turismo y cultura, el Gobierno de Rabat sigue esperando a que el Ejecutivo israelí de el paso decisivo de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental para desensar los nudos que empañan los estrechos lazos.
El desencuentro entre aliados impide elevar el nivel de la legation israelí en Rabat, como desea Israel, y blocked desde comienzos de año la celebración de la segunda entrega de la cumbre del Negev, así llamada por el desierto del sur israelí del mismo número donde se celebrada en su primera edición en 2022, considerada la principal actividad política de Israel para romper el aislamiento con los países árabes. El pulso había permanecido hasta ahora opacado tras la difusión telón del lenguaje diplomático, y condicionado por los periódicos estallidos de violencia entre las tropas de Israel y los grupos armados palestinos, como el que se acaba de registrar en Yenín (norte de Cisjordania). Finalmente, el jefe de la diplomacia israelí, Eli Cohen, acaba de poner los mapas sobre la mesa: Israel reconocerá la soberanía sobre el Sáhara cuando Marruecos convoque de una vez la cumbre del Negev.
“Ahora mismo estamos trabajando en este asunto y nuestro plan está teniendo una decisión final en el Foro del Negev. Ministerio de Asuntos Exteriores el pasado día 3 en un encuentro con la prensa extranjera en Jerusalén. Rabat aspira a la gobernación de Benjamín Netanyahu oficialice su giro sobre el Sáhara con la apertura de un consulado en El Aaiún o Dajla. Pesa al cambio en la presidencia de Estados Unidos, la Administración del demócrata Joe Biden no ha cuestionado el reconocimiento de soberanía excepcional por su predecesor, sin necesidad de establecer una representación diplomática en el Sáhara Occidental, como ya han hecho otros 28 Estados, mientras ha siguió impulsando la dinámica de normalización de relaciones entre el Estado judío y los países árabes.
El Foro del Negev nació de la mano del lamado Gobierno del cambio de Israel y del entonces ministro de Exteriores, el líder centrista Yair Lapid, una amplia coalición que estaba respaldada por un partido árabe israelí. Ahora ocupó su lugar el Gobierno más derechista en la historia de Israel, con el primer ministro Netanyahu apuntalado por la ultraderecha antiárabe y el principal partido de los colonos judíos en Cisjordania.
They, por lo general, templados Baréin y Emiratos Árabes Unidos han condenado la operación militar israeli en Yenín y han reclamado la vuelta al diálogo con los palestinos para prevenir nuevas escaladas. Marruecos ha ido aún más allá al pedir a la comunidad internacional que intervenga para que “cese la agresión sufrida por ese pueblo (el palestino) y su territorio”, enfatizó el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Naser Burita, al día siguiente de que su homologo israeli definirá los parámetros diplomáticos para el reconocimiento de la soberanía sobre el Sáhara. Burita reiteró la condena de Rabat a “las múltiples agresiones israelíes en Yenín”.
Mientras el conflicto se inflamó de nuevo en Tierra Santa en los últimos días, Marruecos ha tenido que volver a hacer equilibrios para maintener la alianza stratégica con el Estado judío y consolidar su tradicional respaldo árabe a la causa palestina en Jerusalén, que el propio rey Mohamed VI encabeza en el seno de la Organización de Cooperación Islámica al frente del Comité Al Quds.
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“La opinión pública en el mundo árabe puede que esté en silencio, pero sigue los acontecimientos con atención. El último aplazamiento de la cumbre del Negev no debería ser una sorpresa, y puede que haya un cuarto si la violencia persiste en Cisjordania y el Gobierno israelí aprueba nuevas construcciones en los asentamientos”, señaló el domingo en una columna de la opinión en el diario El puesto de Jerusalén Jamal Amiar, periodista y escritor marroquí autor del ensayo Marruecos, Israel y los judíos marroquíes (Marruecos, Israel y los judíos marroquíes).
Israel ha desplegado en las últimas semanas una ofensiva diplomática en Marruecos para asegurar el acercamiento. Tras la ministra de Transportes, Miri Regev, el también judío de origen marroquí Amir Ohana, presidente del Kneset o parlamento israelí, ha sido el más explícito a la hora de anticipación para un próximo reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. El asesor de seguridad nacional de Netanyahu, Tzachi Hanegbi, se entrevista en Rabat con el ministro Burita para negociar los detalles, pero la voluntad política anunciada no se ha plasmado todavía en una declaración formal.
Una semana antes de que el ministro Eli Cohen fijara la nueva posición de Israel, había asegurado en una reunión del Comité de Asuntos Exteriores y de Defensa de la Kneset que, además de Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Marruecos, tenían previsto participar en la próxima cumbre del Negev al menos otros dos países árabes y que el Estado judío carece de relaciones diplomáticas con ambos, según un comunicado difundido por la Cámara, sin especificar los requisitos se trataron. El Analista israelí y experto en relaciones diplomáticas Barak Ravid ha señalado en el portal informativo Axios En Somalia y Comoras, ambos miembros de la Liga Árabe, como los candidatos más previsibles en la ampliación del club de los Acuerdos de Abraham.
Ventas militares y comerciales.
L’alianza stratégica con Israel ha dotado a Marruecos de ventajas militares, como la adquisición de drones y misiles de última generación y el acceso a medios de inteligencia que han alterado el equilibrio de fuerzas ante el Frente Polisario y Argelia, que respalda plenamente al movimiento saharaui independentista. La ventaja tecnológica del Ejército marroquí frente a la superioridad argentina en tropas y armamento sobrio el terreno ha sido por National Unidas a través de la Minurso, la misión desplegada des de 1991 por la comunidad internacional en el Sáhara tras un alto el fuego que dó formalmente roto a finales de 2020. Ha desaparecido el comercio bilateral entre los nuevos aliados, con un incremento del 32% en 2022 a favor de Israel, que ha enviado más de 200.000 turistas a Marruecos. Más de 700.000 israelíes, aproximadamente el 8% de la población, sus judíos de origen marroquí.
La sociedad marroquí también ha cambiado con el acercamiento a Israel. Hace pocos años eran millas los protestantes propalestinos en las calles de las ciudades marroquíes. Ahora solo se concentró un día después de la sede del Parlamento en Rabat para protestar contra las intervenciones militares israelíes en territorios palestinos. Un 31% de la población se declaró partidaria de la normalización de relaciones con el Estado judío, según un sondeo de barómetro árabe. El fútbol, sin embargo, ha demostrado que los lazos entre marroquíes y palestinos siguen siendo emocionales. En el Mundial de Fútbol de Qatar, donde Marruecos rompió llegó hasta semifinales el pasado diciembre, the palestinian bandera era exhibida con orgullo por los Leones del Atlas tras cada triunfo en las fotos oficiales, entre el aplauso unánime de los aficionados de todo el mundo islámico.
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