No fue tarea fácil: asumir el cargo de director artístico de Dior femme en 2016 y, posteriormente, suceder en este puesto a dos diseñadores adorados por el mundo de la moda, John Galliano (entre 1996 y 2011) y luego Raf Simons (de 2012 a 2015). Y que el grupo LVMH tenía grandes ambiciones para esta marca, por la que el director general, Bernard Arnault, siempre ha mostrado un especial cariño, una casa cuyas siluetas hacían soñar a su propia madre.
Desde que asumió este cargo, la diseñadora italiana Maria Grazia Chiuri, de 59 años, nunca se ha desviado de su camino, ofreciendo moda elegante y ponible, impulsada por el pensamiento feminista y las colaboraciones con artesanos de todo el mundo. . Sin dejarse perturbar por las críticas que la acusan de falta de creatividad o de utilizar el feminismo como argumento de marketing, Maria Grazia Chiuri ha involucrado, en cada desfile desde hace siete años, a artistas femeninas de renombre, como la artista visual estadounidense Judy Chicago, la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie o la escultora francesa Eva Jospin.
Temporada tras temporada, impuso sus siluetas –faldas de bailarina vaporosas, chaquetas Bar suaves, vestidos de toga de diosa antigua que recuerdan a su Roma natal– y accesorios, algunos de los cuales se convirtieron en éxitos, como el Book Tote bordado y personalizable, se vuelven populares hasta tal punto. de ser copiado por las principales marcas.
Desde su llegada, la facturación del departamento femenino se ha cuadriplicado. Un éxito que también se explica por la experiencia de Maria Grazia Chiuri, que, antes de Dior, desarrolló toda su carrera en Italia: diez años en Fendi, donde se centró en los accesorios y contribuyó al desarrollo del bolso Baguette it, luego diecisiete. años en Valentino, entre la alta costura y el prêt-à-porter. Encuentro, a principios de diciembre, con la diseñadora en su oficina parisina de Dior, un séptimo piso lleno de luz y libros de moda.
¿Por qué el feminismo es central en tu trabajo?
Después de la Segunda Guerra Mundial, al lanzar su marca, Christian Dior creó una silueta [le New Look, caractérisé par une abondance de tissus] que simbolizaba la esperanza para el futuro después de años en los que las mujeres se habían vestido sólo de forma funcional, sin placer. Cuando llegué a la casa me pregunté cómo traducir esta idea de esperanza a nuestros tiempos. El mensaje feminista fue relevante para mí y es parte de mis valores personales.
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