El socialista español Pedro Sánchez, suspendido, asume la presidencia del Consejo de la Unión Europea

El socialista español Pedro Sánchez, suspendido, asume la presidencia del Consejo de la Unión Europea

La presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que comienza este sábado 1 de julio, iba a ser su consagración. El futuro político del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pende de un recibo o doble: el resultado de las elecciones legislativas anticipadas que tendrán lugar el próximo 23 de julio. En el poder desde 2018, el líder socialista de 51 años prefirió disolver el Parlamento español tras la derrota de su partido en las elecciones locales del 28 de mayo.

Para atajar lamentos y reproches, pero también para evitar hundir su Gobierno de coalición que formó en 2020 con la izquierda radical Unidas Podemos, un turbulento socio que se llevó un manotazo en las pasadas elecciones.

Algunos han hablado de la valentía política de Pedro Sánchez para volver a tirar los dados. Otros lo vieron como una táctica para evitar una rebelión dentro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Europa, azotada por el ascenso de la extrema derecha, había observado hasta entonces a España como un laboratorio para la unión de la izquierda.

Si las encuestas dan una amplia ventaja al Partido Popular (PP, derecha), que no descarta la idea de gobernar con el partido de extrema derecha Vox, Pedro Sánchez no admite la derrota. Apodado el «Fénix», ha resurgido muchas veces de sus cenizas, después de estar políticamente muerto. Si la derecha hace campaña con el lema «O Sánchez, o España», exhibe con orgullo sus resultados: subida récord del salario mínimo de casi un 47% en cinco años, realineación de las pensiones sobre la inflación, ampliación de derechos de los trabajadores precarios o legalización de eutanasia.

Dos debacles históricas

Sea cual sea el resultado de la papeleta, Pedro Sánchez está convencido de que ha hecho historia, aunque solo sea por haber exhumado al dictador Franco, en octubre de 2019, del monumento mausoleo de El Valle de los Caídos, lavando así “una afrenta a la democracia española”. “Me preguntarán si el viaje valió la pena y responderé que sí. (…) y no estoy dispuesto a que termine aquí», lanzó, el pasado 8 de junio, a las 3.000 personas reunidas en su primer encuentro en Dos Hermanas, bastión socialista en las afueras de Sevilla.

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Antes de tomar el mando de España, Pedros Sánchez tuvo que soportar dos debacles electorales históricas con seis meses de diferencia, durante las elecciones legislativas de 2015 y 2016, y enfrentarse a la competencia del partido de izquierda radical Podemos, nacido del movimiento de los «indignados».

Muy minoritario dentro del PSOE, también tuvo que plantar cara a la vieja guardia socialista, en 2016, que prefirió dejar llegar al poder al conservador Mariano Rajoy, que llegó primero, a forjar una mayoría con Podemos y los separatistas. . Pagó el precio cuando lo presionaron para que renunciara como secretario general del partido en octubre del mismo año.

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By Gomes Dias

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