mi¿Qué pasaría si 1993 fuera el año en que todos los planetas se alinearan para tener una cintura baja? “Es imposible hojear señorita O Moda sin toparme con una pequeña mujer-niño de cintura fina cuyos pantalones se deslizan sobre sus caderas inexistentes”, explicó en su momento un artículo en el Revisión de Nueva York. ¿Estaba pensando su autor en la jovencísima Kate Moss al escribir estas líneas?
Un año después de su aparición en una campaña publicitaria de Calvin Klein, luciendo unos vaqueros oversize que dejaban al descubierto el elástico de sus braguitas de algodón, la modelo está en el punto de mira de la revista. La cara. El que apodamos “el Brindille” posa vistiendo una camiseta negra ligeramente corta y pantalones de cintura baja.
Ese mismo año 1993, el diseñador Alexander McQueen dio a conocer, bajo el auspicio del Ritz de Londres, su colección de graduación, denominada “Taxi Driver”. Y, sobre todo, pantalones, estúpido, cuya cintura es tan baja que deja al descubierto la parte superior de las nalgas. El turbulento británico volverá a lucirlo sobre la pasarela con su colección otoño-invierno 1995-1996. “Para mí, esta parte del cuerpo, no tanto las nalgas sino la parte baja de la columna, es la parte más erótica del cuerpo de un hombre o una mujer”, más tarde explicará en las columnas de guardián.
Crop top y piercings
Mucho antes de la publicidad de moda o de los desfiles, la cintura baja hizo su debut en la cultura pop. Estrella de los años 1960 y 1970, los pantalones de campana se ajustan lo mejor que pueden a las caderas de los hippies, que llegan incluso a arrancarse el cinturón para lucir mejor su pelvis. Símbolo de rebelión y evocador de una sensualidad asumida, este faja de cadera (“hip cinchers”) apenas cubre la intimidad de las estrellas de rock de la época: Jim Morrison, Robert Plant, Mick Jagger, Iggy Pop…
Tiempos diferentes, misma moral: en los años 2000, el pop azucarado sustituyó al rock y los ídolos de la época eran Britney Spears, Gwen Stefani, Christina Aguilera y Beyoncé. Nadie escapa a la moda actual: crop top, piercing en el ombligo y, por tanto, talle bajo.
Treinta y un años después del artículo de Revista de Nueva York, La cintura baja vuelve a ser noticia. Relanzada por las microfaldas sin rematar de la colección primavera-verano 2022 de Miu Miu, adoptadas por una nueva generación de diseñadores criados en la década de 2000 (Coperni, Courrèges, Miaou, Nicola Brognano para Blumarine, etc.), apenas si sus códigos han cambiado. Siempre unisex, disponible con traje de tres piezas, falda, vaqueros o pantalones de jogging, sigue arrastrando la ropa (¿y la moda?).