Agotado en matemáticas, Kartik Kumra estudió economía en la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia (Estados Unidos), antes de regresar a Nueva Delhi (India), su ciudad natal, para fundar, hace tres años, su propia marca de moda, con sólo 21 años. . Llamado Kartik Research, este laboratorio estilístico quiere “ante todo promover el know-how” indio, explica este autodidacta, que tardó un año en reunir una red de fabricantes en todo el subcontinente.
Lanas tejidas en telares bicentenarios, bordados hechos a mano con abalorios, forros estampados en bloques de madera, tintes naturales de corteza de árbol… Destacan sus colecciones masculinas. “el gesto por encima de todo”. Para la primavera-verano de 2024, una figura la inspiró especialmente: el maharajá de Indore, Yeshwant Rao Holkar II (1908-1961).
“Era un mundo no particularmente conocido en la India, dice Kartik Kumra. Lo que me atrajo de él fueron los enfrentamientos poco convencionales entre India y Europa que él inició. Sus trajes podían confeccionarse con tejidos locales y frecuentaba a la intelectualidad extranjera, como Man Ray, que lo fotografiaba. En cuanto a palacio del hijo, Manik Bagh [bâti en 1930], reunió porcelana típicamente india, puñales de caza o alfombras de terciopelo estampadas con tigres, con muebles Bauhaus o detalles Art Déco. sin olvidar las obras de Brancusi y la platería de Puiforcat.
Es este equilibrio entre Oriente y Occidente el que inspira las camisas de terciopelo con estampado paisley o los conjuntos de ropa de trabajo acolchados y estampados en índigo. Pero también este traje de algodón tejido en espiga, en un negro sobrio y con detalles principales: los pantalones, llevados altos, van acompañados de un cinturón tono sobre tono que marca la cintura, mientras que la chaqueta cruzada deja ver unas solapas de seda brillante.